Cristian Mora Parra
Consejero Regional Partido Progresista Región del Maule

Hagamos un poco de Historia. Su nacimiento surge con la invención de la escritura, cuando el hombre pudo materializar sus ideas y pensamientos por escrito. Desde aquel momento a la fecha han transcurrido más de 5000 años.

A quienes nos apasiona la lectura de textos impregnados de épocas pasadas, esas maravillosas aventuras de aquellos hombres y mujeres que han forjado civilizaciones con el filo de su coraje y el amor de sus convicciones, la Historia permite viajar como una máquina del tiempo inserta en nuestra imaginación.

Retornando a nuestra época, nos encontramos con una aberración propia de las tragedias griegas, cuyos actores con sus máscaras representaban una imagen distorsionada para confundir a sus espectadores. No hay duda que tal objetivo es el que se persigue con esta reforma, distorsionar la realidad de la Sociedad Neoliberal cada vez más hipnotizada por el Circo Romano que, con su “Panem et Circenses” (Pan y Circo), mantiene tranquila a la ciudadanía mientras nos ocultan sus verdaderas intenciones.

La (i)rresponsabilidad de los integrantes del Consejo Nacional de Educación representan la figura de Nerón tocando la Lira mientras Roma ardía bajo las llamas de la ambición. Tal metáfora nos permite contextualizar el objetivo final de esta reforma, una sociedad sin memoria Histórica naturalizando la desigualdad política, económica y social.

Según el nuevo currículum para el 2020, establece para 3° y 4° medio establece 6 asignaturas obligatorias, quedando Historia como optativo. 27 cursos optativos donde sólo uno es de Historia. De tales 27, el establecimiento ofrecerá seis al año, donde el alumno elegirá sólo tres. Es decir, lo más probable es que existan egresados de la Educación Media que no van a tener la oportunidad de estudiar Historia los dos últimos años. Serán muy pocos los colegios que decidan sus proyectos educativos. Incluso no serán los alumnos quienes decidan, porque se les ofrecererá tres de los seis cursos optativos que, probablemente, Historia quede excluida. Un verdadero Caballo de Troya que busca, a través del engaño, derribar la inexpugnable fortaleza y los altos muros Troyanos defendido por su rey Príamo y el príncipe Héctor.

Lo anterior no es más que una mirada tecnócrata, cuyo principal objetivo es crear y reproducir consumidores sin conciencia crítica ni reflexiva de los procesos rupturistas que han emergido cuando las tiranías ideológicas han pretendido silenciar el natural desarrollo de la humanidad.

La Historia ha cobijado a la humanidad desde su nacimiento, guiando y emancipando a la sociedad del peor de los males: el olvido y la Ignorancia.

Lo mejor que podemos hacer, a quienes nos importa su enseñanza, es seguir escribiendo la Historia con nuestro puño y letra e inmortalizar su mística en las nuevas generaciones.

Adelante, con todas las fuerzas de la Historia.