Ante la situación vivida en Calama desde hace ya cinco días, el Partido Progresista de la Región de Antofagasta expresa su total rechazo al manejo de la crisis  de suministro hídrico por parte del Intendente Marcos Díaz y la Gobernadora María Bernarda Jopia. Esto se suma a una serie de malos manejos por parte de la empresa Aguas Antofagasta, tales como información contradictoria sobre cortes y un deficiente suministro de camiones aljibes durante estos días, lo que afecta directamente el bienestar de las familias loínas.

Esta situación ha sido enfrentada de manera negligente por la autoridad comunal, es así como el alcalde Daniel Agusto decide tomar sus vacaciones dejando a la ciudad abandonada en medio de una crisis sanitaria no vista antes, sin que haya gestionado ningún apoyo efectivo para asumir el problema, la ciudad está a merced de la buena voluntad de la empresa privada.

Familias desesperadas, comercio cerrado y con pérdidas millonarias, recintos médicos a mitad de atención y una ciudad que no avanza son parte de las problemáticas que ha debido que pasar la comunidad por esta lamentable situación de la carencia de agua potable que se extiende por varios días.

¿Qué estamos esperando? ¿Por qué las autoridades no han tomado las medidas correspondientes? ¿Por qué el gobierno central no declara zona de emergencia? ¿Qué debe pasar para que esto ocurra? ¿Era necesario que nuestra máxima autoridad se fuera de vacaciones viendo que Calama está en crisis?

Es necesario retomar el control de la crisis. Como Partido Progresista exigimos que las autoridades HOY Y AHORA tomen cartas en el asunto. La comuna de Calama ya ha sufrido demasiado, los poblados de la Provincia El Loa continúan sufriendo en silencio, pues no han visto las reales necesidades que hoy tienen. Nos urge que se declare zona de catástrofe en la comuna, que se hagan presente autoridades centrales y, sobre todo, que se entregue una solución rápida y efectiva a esta situación sanitaria, puesto que los más perjudicados son las miles de familias que hoy se sienten desesperados por la ineficiencia de las autoridades de turno.