Por más de una hora se extendió la reunión que sostuvo el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami con el Ministro de Hacienda Felipe Larraín.
Acompañado por la coordinadora programática Patricia Morales y por el encargado del programa de economía Andrés Solimano, el presidenciable habló con los medios tras la cita.
Por más de una hora se extendió la reunión que sostuvo el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami con el Ministro de Hacienda Felipe Larraín.
Acompañado por la coordinadora programática Patricia Morales y por el encargado del programa de economía Andrés Solimano, el presidenciable habló con los medios tras la cita.
“Nos reunimos con el Ministro de Hacienda por dos grandes temas para el país. Por un lado el estado de las finanzas, ya que como comando presidencial quisimos recibir de buena fuente la información respecto a cómo va a entregar este gobierno las finanzas; por otra parte, expresarle nuestra propuesta de democracia económica, concepto base de nuestro programa económico, señaló el candidato del Partido Progresista, Partido Liberal y movimientos independientes.
Enríquez-Ominami explicó: “La democracia económica tiene tres grandes pilares. En primer lugar, la soberanía sobre los recursos naturales como el agua y el cobre, donde evidentemente tenemos diferencias con este gobierno, al igual que en materia de impuesto específico, royalty y código de aguas. En segundo lugar, desarrollo productivo, donde tuvimos puntos de encuentro, con la necesidad de que Chile frene la desindustrialización, hay un desafío ahí. Finalmente en materia de derechos sociales como educación, salud, jubilación y vivienda se supone un esfuerzo tributario y de crecimiento económico mayor”.
“La economía chilena va a enfrentar en el próximo gobierno un escenario económico distinto. Quiero darle un mensaje al sector productivo de Chile. Para que haya estabilidad tiene que haber cambio. No vayan a creer los grandes agentes económicos de Chile y extranjeros interesados en nuestro país que si no hay cambios va a existir estabilidad; es al revés, hay que cambiar para que exista estabilidad. Lo que proponemos es un cambio razonable, coherente, responsable, que tiene como ejemplo este impuesto a la riqueza del 1% de los activos financieros. En Chile hay recursos y si hacemos las cosas responsablemente podemos resolver un problema grave en salud, como es la falta de especialistas. Queremos proponer al país un cambio de reglas, responsablemente, y eso depende de la democracia económica”, enfatizó.
“He leído reformas tributarias de los otros comandos y son insuficientes, o porque son confusas o porque sólo tienen una propuesta que sólo resuelve una parte del problema. Nosotros no estamos solamente por resolver un problema, queremos abordar de forma integral el desafío de la salud, la educación, la jubilación y la seguridad, y eso requiere un mensaje más preciso”, añadió.
“Hay una oportunidad histórica de que en esta elección hagamos cambios estructurales, de lo contrario esto será una agonía que va a durar 20 años más, de peleas políticas que poco traen de prosperidad para los más necesitados. Los más necesitados necesitan certezas, igual que el sector productivo, y una certeza que le podemos entregar es que para que para exista estabilidad debe haber cambios, y es por ello que esta candidatura de cambio propone la reforma tributaria más ambiciosa de esta elección presidencial”.
Consultado sobre el perdón pedido por Hernán Larraín, Enríquez-Ominami respondió: “Es importante que quienes fueron parte de la dictadura 40 años después hagan hoy día un mea culpa. Pero el perdón no puede ser pasivo, aunque lo valoro, cuando es tardío el perdón se vuelve improductivo y el perdón del senador Larraín espero sea activo y que, acto seguido, después de pedir perdón, no apoyará a una candidata que está orgullosa de la dictadura. Sería una incoherencia, no se puede pedir perdón en el lanzamiento de un libro y apoyar a Evelyn Matthei que defiende una dictadura”.
Finalmente, y consultado sobre el crédito entregado por Banco Estado a la candidata de la Concertación, concluyó: “La democracia económica habla justamente de esto, que el Banco Estado tenga políticas democráticas. Yo espero que los panaderos de Chile tengan la misma facilidad que tuvo una ex presidenta de gozar de un privilegio. Aquí es evidente que hubo un privilegio, ningún ciudadano común obtiene en pocos días un crédito sin aval por 2 mil 500 millones de pesos. Yo más que pelear con ella o su comando le propongo al Banco Estado que en los próximos instantes apruebe todos los créditos que tiene de miles de pymes que piden dinero para reinvertir y resolver los temas laborales y previsionales. Pido ese gesto al Banco Estado que, ya que estableció una nueva doctrina, ahora se pueden pedir créditos con mucha celeridad y privilegios”.