La movilización de los directores de televisión, de los actores y de las productoras independientes logró que la reducción del presupuesto para el Consejo Nacional de Televisión fuese sólo de 500 millones de pesos.
Para los progresistas resultaba un escándalo que en la primera presentación presupuestaria la reducción sumara más de 2 mil millones de pesos.
La movilización de los directores de televisión, de los actores y de las productoras independientes logró que la reducción del presupuesto para el Consejo Nacional de Televisión fuese sólo de 500 millones de pesos.
Para los progresistas resultaba un escándalo que en la primera presentación presupuestaria la reducción sumara más de 2 mil millones de pesos. El CNTV entregó fondos para realizar las producciones más vistas y premiadas de la televisión chilena y serían ellas las que se viesen castigadas por el ejecutivo.
La aprobación del nuevo presupuesto se logró con una indicación que compromete agregar 1.500 millones a los 2.300 millones que presupuesto traía para el fondo, llegando a la cifra de 3.800 millones, 500 menos que los 4.300 millones de pesos del año pasado. Disminución de dineros que obligará al CNTV a disminuir la entrega de fondos a nuevos proyectos y eliminar otros.
Camilo Lagos, Vicepresidente del Partido Progresista, reivindicó el rol de estado para un mejor desarrollo, “la cultura es esencial en el desarrollo de los pueblos, la que no debe regirse solo bajo criterios de mercado. Disminuir la preocupación del Estado en el fomento del arte y la cultura, va en contra de una demanda mayoritaria de nuestro país, que reclama a gritos un rol público más fuerte en la educación y la cultura, sin los cuales no hay posibilidad de pensar una sociedad más desarrollada”.
Es necesario recordar que el CNTV ha financiado programas como “Los 80”, “Los Archivos del cardenal”, “12 Días que estremecieron a Chile”, “Tikitiklip”, “31 minutos”, “Diego y Glot”, “Volver a mí”, “Justicia para todos” y “Mira tú”, además de “¿Con qué sueñas?”, único programa nacional ganador de un Premio Emmy.
La reducción de fondos para la producción nacional, se podría calificar como un castigo por el financiamiento de series que marcaron un hito durante el último año, programas donde se mostraban hechos que hasta el momento se habían callado en la televisión chilena, como lo horrores y vivencias de las familias de nuestro país durante los años de la dictadura militar.
Para los progresistas parece curioso que el presupuesto destinado al Consejo Nacional de Televisión se vea mermado sin ninguna explicación, y se desconozca el destino de esos dineros en desmedro de la cultura nacional. Es sospechoso además que el Ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, no haya realizado ninguna acción para mantener los fondos tan necesarios para el desarrollo una Televisión de calidad para todos.