Este domingo 20 de mayo, la República Bolivariana de Venezuela se enfrenta a nuevas elecciones presidenciales. Sin embargo, y a diferencia de otras numerosas elecciones que los venezolanos han llevado a cabo en los últimos años, estos comicios están marcados por una gigantesca campaña de desprestigio internacional e intento de boicot por parte de un sector de la oposición venezolana, la que ha optado, ya definitivamente, por la salida violenta del gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
Frente a esta elección, que ha copado la agenda internacional y sobre la cual se han pronunciado vastos sectores políticos de nuestro país, la posición de las y los progresistas es clara e inequívoca: la democracia solo se defiende con más democracia.
Hacemos nuestras las palabras que dijera el ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien encabezó las negociaciones que se realizaron durante meses entre la oposición y gobierno venezolano, y que además denunciara que repentinamente, e incluso después de haber llegado a acuerdo, una parte de la oposición rompiera la negociación y desconociera los acuerdos alcanzados.
El ex Presidente español señaló el día de ayer en Caracas: “La peor elección es siempre la mejor opción”. Y cuánta razón tiene. Podrá haber muchos cuestionamientos respecto de cómo se llegaron a las elecciones y las posibilidades legales de algunos líderes de la oposición para presentarse como candidatos, pero para los demócratas las elecciones son siempre el único camino posible para salir de una crisis y resolver las controversias de los países.
Por lo mismo, rechazamos profundamente los intentos de los sectores más conservadores, nacionales e internacionales, por deslegitimar a priori estas elecciones y su validez, incluso antes que éstas se realicen. Sobre la base de la desinformación y una brutal campaña comunicacional, incluso han arrastrado a sectores de centroizquierda de nuestro país a tomar las mismas y lamentables posiciones de la más radical derecha internacional.
El sistema electoral venezolano es uno de los más avanzados y transparentes del mundo. Reconocido incluso a nivel internacional por los expertos electorales. Por ello no se entiende, y los demócratas y Progresistas no lo podemos aceptar, que se pueda poner en cuestión el resultado de estas elecciones. Es irresponsable que algunos gobiernos, como el chileno, e incluso que algunas organizaciones políticas que se autodefinen Progresistas y de izquierda, vengan a priori a desconocer el resultado electoral de este domingo antes que éstas ocurran, alentando con ello, las posiciones más violentas y radicales en Venezuela.
Lamentamos que una parte de la oposición venezolana se restara de participar. Pero hay otra parte de ésta que aceptó y está compitiendo y ha reconocido que se cuentan con todas las condiciones para que sea el propio pueblo venezolano el que este domingo decida, por sí mismo, su propio futuro. Celebramos su genuina voluntad democrática. Ese es el camino.
Las y los Progresistas creemos en la paz y el diálogo. Soñamos con una Venezuela en paz, creciendo y contribuyendo a la unidad y desarrollo de toda América Latina. Esperamos que sean millones los venezolanos que este domingo salgan a votar, y con ello, se impongan al fanatismo y el odio. Quien sea que se imponga electoralmente este domingo, contará con nuestro apoyo para seguir avanzando en el diálogo y reencuentro de todas y todos los venezolanos.
Que viva la democracia.
Que viva la República Bolivariana de Venezuela.
Que viva Latinoamérica unida.
Directiva Nacional
Partido País Progresista (PRO)