Por Gonzalo Valenzuela.
Durante el mes mayo el Estado, a través de la administración del gobierno del presidente Piñera, realiza el pago del Bono de invierno entregado por una única vez a 1 millón 100 mil adultos mayores en todo Chile. Este bono corresponde a un monto de $60.688 que se paga junto con la pensión del mes de mayo 2018.
Sin embargo, el requisito para recibir este bono es vivir con una pensión inferior a $157.247 ¿Se entendió bien? Más de 1 millón de adultos mayores sobreviven con una pensión inferior al sueldo mínimo.
El número de pensionados aumenta considerablemente debido a que tampoco reciben este bono las mujeres adultas mayores entre 60 a 64 años con pensiones inferiores al sueldo mínimo, la totalidad de adultos mayores sobre 65 años con una pensión entre $158.000 y $270.000, los pensionados por ley Valech y los adultos mayores ex trabajadores del carbón que reciban la indemnización del carbón aun cuando el total de su pensión inclusive sea inferior a los 158 mil pesos.
Chile está envejeciendo de forma acelerada, en los últimos 25 años nuestra la población adulto mayor ha crecido cerca de un 70% y la proyección según INE es que al 2050 1 de cada 3 chilenos será adulto mayor.
Los desafíos del presente gobierno y el Congreso son altos en materia de políticas públicas así como en legislación frente a los jubilados de Chile; por lo mismo no se entiende a cabalidad la felicidad de la primera Dama Cecilia Morel al momento de anunciar el pago del bono de invierno, si éste no responde a una mejora en la calidad de vida en las personas. El actual programa de envejecimiento positivo denominado Adulto Mejor del presidente Piñera sigue siendo débil y enajenado de la dura realidad de nuestros abuelos, bisabuelos inclusive y la población más senil.
¿Hablemos de salud bucal en la población adulto mayor? El 95% de ellos tiene caries o alguna enfermedad dental. ¿Hablemos de acceso a medicamentos en salud? Cerca del 60% de sus ingresos mensuales sería destinada a medicamentos y calefacción.
Nos encontramos al final de la lista en países OCDE con pensiones más bajas, con tasas de reemplazo con mayor desigualdad además entre hombres y mujeres. Es hora de que el gobierno tome conciencia y diseñe sin exclusión partidaria políticas públicas integrales, enfocadas a mejorar la calidad de vida y asegurando trabajar por la dignidad en quienes han construido historia en nuestro país.
Fuente: El Mostrador.