Declaración pública frente al llamado al acuerdo nacional

Declaración pública frente al llamado al acuerdo nacional

El Presidente de la República y el Ministro del Interior han formulado la intención de convocar un Gran Acuerdo de Unidad Nacional con el argumento de enfrentar la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia. Sin embargo, al poco andar advertimos que dicho anuncio distaba mucho de ser lo que su rimbombante titular señalaba y estaba plagado de exclusiones y “letras chicas”, restringiendo la convocatoria únicamente a partidos políticos con representación en las comisiones de Hacienda del Congreso, vetando nuevamente a la gran mayoría de los actores sociales y políticos de nuestro país. Frente a ello, si bien cada colectivo debe tomar su propia decisión de asistir o no a una instancia de esta naturaleza, queremos reiterar que las soluciones a la crisis siguen dependiendo exclusivamente del gobierno. Por lo anterior, las fuerzas acá firmantes declaramos lo siguiente:

1.- En primer lugar, el gobierno no necesita de un acuerdo nacional para atender los problemas más urgentes en materia sanitaria y social, ha tenido y tiene las facultades y recursos para hacerlo, pero igualmente conoce perfectamente bien las múltiples propuestas sanitarias y económicas, como las que hemos indicado en nuestra Declaración de 13 Puntos. Lo evidente es que hasta el momento no hemos percibido disposición alguna en abordar la crisis a través de medidas que se distancian de las lógicas del modelo neoliberal, lo que se expresa en el fracaso de medidas en extremo focalizadas y mínimas como la renta básica de emergencia o las maniobras comunicacionales como distribución de cajas de alimentos, ampliamente cuestionadas como una política exitista e ineficaz.

2.- En segundo lugar, la iniciativa exclusiva de ley en estas materias corresponde al Presidente de la República, dado que se tratan de proyectos que irrogan gasto. En este plano el gobierno busca evitar enviar directamente al Congreso Nacional sus iniciativas impopulares, arrastrando a la oposición a una negociación entre cuatro paredes para distribuir en todo el arco político sus responsabilidades en el manejo de la crisis y asegurar montos, modalidades y coberturas en los marcos de la mantención de un rumbo neoliberal que es profundamente rechazado por la población.

No es posible apreciar una voluntad clara y manifiesta por parte del gobierno de colocar los intereses de la gente por sobre el de las grandes empresas, una y otra vez han patrocinado soluciones estrechas que siempre terminan por reportar algún tipo de ventaja para los intereses de los sectores mayormente favorecidos tras 40 años de abusos y enriquecimiento a costa de la dignidad de los chilenos y chilenas, dando cuenta de una total abstracción de la realidad. Ese es el espíritu de los “acuerdos” a que nos invita la derecha, que ya la sociedad chilena no es capaz de tolerar.

3.- El agravamiento de la crisis sanitaria que enfrenta hoy nuestro país y que tiene a gran parte de la red asistencial de salud colapsada, no han sido materia de autocrítica por parte del gobierno, persistiendo un manejo errático y distante a las recomendaciones de expertos y de los gremios de la salud, estos últimos en primera línea de la defensa de la vida de la población. El gobierno se niega a avanzar en mayores medidas de cuidado como la necesaria ampliación de cuarentenas en varias regiones, cosa que muchísimos alcaldes le han solicitado hace semanas. Mañalich ha demostrado ser parte del problema, no de la solución. Por otra parte no podemos hacer vista gorda de la represión arrojada contra la población que se empieza a organizar dado el total desamparo frente al hambre y la cesantía. El manejo de conflicto sigue siendo un flanco vergonzoso de una política de resguardo del orden cuestionada internacionalmente y que subsiste sin variaciones, no obstante la grave situación económica que se vive en las poblaciones. Claramente no han existido cambios o variaciones en las orientaciones represivas de gobierno interior, lo que a nuestro juicio, debilita gravemente los marcos de entendimiento.

4.- Creemos que el fortalecimiento de la articulación social en los territorios y la unidad política y social de quienes sustenten las banderas de la dignidad y la justicia social son relevantes en las horas que corren. Nuestra mirada y sentir están puestos en los intereses superiores de la nación, que no son otros que la vida, la salud y la dignidad de nuestro pueblo. Para defenderlos estaremos siempre disponibles.

comunicado

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