La actual Constitución, de la dictadura, fue la que permitió la imposición, entre otras medidas, de un sistema que entrega los ahorros previsionales de los chilenos a manos privadas a través de las AFP.
Uno de los objetivos que se buscó con esta “modernización” fue tomar los ahorros de todos los trabajadores, manejarlos, invertirlos y así obtener más dinero; generar ganancias con estos recursos e incrementar el capital de los privados. Un Sistema, además impulsado con engaños y por la fuerza; porque en la época José Piñera argumentó que al año 2020 los trabajadores y trabajadoras se pensionarían con un 100% de su renta como activo. La realidad es que hoy se jubila con una tasa de reemplazo que no supera el 30% y puede bajar aún más. La forma de administración y el algoritmo para calcular la pensión condenan a la tercera edad a vivir en condiciones indignas. Como si ello fuera poco, si las inversiones que realizan las AFP producen pérdidas, estas repercuten en los afiliados y si hay ganancias, en sus administradores. Un sistema en extremo injusto.
Poner término a este escandaloso sistema que desde su surgimiento enriquece a sus dueños y condena a los trabajadores a recibir pensiones miserables, es una demanda de años, que ha movilizado a miles de chilenos, principalmente a través de la Coordinadora “No Más AFP”, una de las principales banderas levantadas por la movilización de miles de chilenos a partir de octubre del año pasado, y sin duda, pasada la actual coyuntura, una reivindicación que seguirá vigente con más fuerza.
La economía neoliberal ha visto en los salarios de los trabajadores un recurso básico esencial como mecanismo de financiamiento del capital, por eso el interés del mercado financiero y especulativo de expoliar los salarios por la vía de las AFP. Un sistema de pensiones de esta naturaleza es un sistema, desde su nacimiento, fracasado para los trabajadores, y pingüe negocio para los dueños del capital, que no soporta “mejoras”. Se requiere un cambio radical, que ningún gobierno ha querido impulsar, como han hecho ya muchos otros países.
Hoy, en medio de la actual crisis sanitaria, social y económica en que nos encontramos, queda en absoluta evidencia que este negocio solamente provoca daños a los trabajadores y genera aún más utilidades a sus dueños, que, de manera desvergonzada, por estos días, se reparten millonarias ganancias.
En estos momentos el Gobierno intenta, mediante un Proyecto de Ley, entregar un paliativo a las escuálidas pensiones de los trabajadores; está orientado a las pensiones más bajas y a la denominada clase media, pero no cambia en nada lo estructural y se continuarán percibiendo rentas paupérrimas. Este Proyecto debe ser rechazado y no aprobar la idea de legislar.
Es natural que los empresarios que se benefician de las AFP, las defiendan con dientes y muelas, no podría esperarse algo diferente, es lógico que la derecha defienda este pilar del modelo, pero inaceptable que parlamentarios supuestamente de oposición sigan respaldando el actual modelo previsional.
La permanencia del actual sistema de pensiones tiene, además del daño económico, un grave y peligroso componente ideológico pues gran parte de las nuevas generaciones de trabajadores no cuestiona lo neoliberal de la economía, lo antidemocrático de la política y el carácter excluyente y privatizador de los derechos sociales.
Los Frentes Sindicales de los Partidos Políticos de Oposición llamamos a los trabajadores a fortalecer sus organizaciones, a avanzar en la unidad, y declaramos que respaldaremos todas las medidas que vayan en la dirección de poner fin de raíz a este sistema, y de reemplazarlo por uno concordado democráticamente por el conjunto de la sociedad, que ponga en el centro la preocupación y el bienestar de quienes, después de años de trabajo, deben tener el legítimo derecho y la tranquilidad de contar con pensiones dignas para su vejez, invalidez y muerte, que, solamente a modo de ejemplo, hoy no deberían ser inferiores a $ 450.000 mensuales.
No Podrá haber paz en general, si el Trabajador que tiene un voto en lo político, no tiene una opinión en lo económico…
Jaime Gajardo O.
Encargado Sindical
P.C.
Flavio Garrido S.
Presidente
F.T.D.C.
Amalia Pereira C.
Encargada Nacional
DENAS P.S.
Nino Mundaca S.
Coordinador Nacional
UPROSAT
Christian Urrutia
Encargado Sindical R.D.
Johanna Escanilla
Frente Sindical P.P.D.
Fabián Caballero Vergara
Encargado F,T, MIR
Carlos Valenzuela G.
Presidente
Frente Sindical P.R.