Declaración Oficial de Principios del Partido Progresista de Chile

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Fecha última actualización: 03/04/2019

La declaración del Partido Progresista de Chile es la siguiente: Sobre los Principios del Partido Progresista de Chile: El Proyecto País de nuestra colectividad no reivindica ningún monopolio moral, ni patrimonio ideológico. Pero con la misma fuerza declaramos ser un Partido Programático, con una vocación irrenunciable de transformación cultural, social y política para nuestro país y el mundo. Partiendo de esa premisa, el partido declara y acepta como principios fundamentales de su doctrina, los siguientes elementos:

(1) Crecimiento económico sustentable y equitativo: Nuestra tarea principal es pasar de una sociedad de privilegios a una sociedad de derechos garantizados para todas y todos. Entendemos que el crecimiento económico es necesario, aunque no suficiente, para la generación de bienestar. Este requiere de condiciones de equidad básicas en cuanto al ejercicio y disfrute de las riquezas generadas por toda la sociedad chilena. Queremos impulsar la creación de riqueza entendida como riqueza social y promoción de los bienes y servicios públicos al alcance de todos.

(2) Descentralización y poder de las regiones y las comunidades: Creemos que estas son las bases de un país integrado y que se reconozca como una unidad en la diversidad que nos otorga nuestro largo territorio. Estamos por un Estado activo e impulsor del progreso humano, que reconozca y amplíe las posibilidades de gestión justa y creativa de los emprendimientos individuales y colectivos que surgen desde la misma sociedad: es ahí donde se dan las posibilidades de bienestar y autonomía de las personas, de las familias, de las colectividades que integran nuestro país.

(3) El compromiso con el fortalecimiento de la democracia y el respeto, garantía y promoción de los derechos humanos asegurados en la Constitución, en los tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile, y en las leyes.

(4) Educación de calidad: Nos une el común anhelo de que todo chileno y chilena tenga derecho a una educación pública y privada de calidad. A su vez, creemos que la educación pública, gratuita y de calidad debe ser garantizada constitucionalmente. La educación chilena requiere una transformación en todos sus niveles. Pero la calidad que proponemos no puede limitarse a ser funcional a las necesidades de una economía globalizada. Debe también y con mucha fuerza, sostener los valores de pertenencia, de nacionalidad, de convivencia, y las identidades que son y han sido siempre el espíritu de nuestro pueblo.

(5) Rol fiscalizador y regulador del Estado: Nuestro proyecto se aleja de una economía abandonada a las puras fuerzas del mercado o de una economía estatal centralista y excesivamente burocrática. Para los progresistas, el mercado debe estar regulado de manera dinámica y eficiente, con especial proactividad en las áreas donde el interés de las comunidades o de los más desprotegidos sea el primero en ser afectado. Las dinámicas económicas no deben orientar a la ciudadanía a adoptar las costumbres de un individualismo egoísta que a la larga destruye el tejido social y la convivencia sana entre sus integrantes. La economía de un país también es un símbolo de lo que ese país profundamente es: en el trabajo, en las empresas, en los emprendimientos económicos se juegan buena parte de las condiciones de vida de los pueblos.

(6) Condiciones de trabajo dignas: Para los progresistas, el empleo, las y los trabajadores, su capacidad creativa y transformadora, son la piedra angular del desarrollo económico. Trabajaremos incansablemente por generar condiciones de trabajo dignas, seguras, estables y justas.

(7) Protección de los recursos naturales y el ecosistema en su conjunto: Nos comprometemos a promover fuentes energéticas renovables, seguras, y ambientalmente sustentables. Los progresistas declaramos claramente que la problemática medioambiental, el calentamiento global, las crisis alimentarias, la desaparición de los ecosistemas no son para nosotros una coyuntura de moda: sin planeta no hay proyecto político posible, sea del color que sea.

(8) Diversidad y derecho a la diferencia: El combate por derechos civiles plenos para nosotros es central, es el camino necesario para rescatar la política para todos los chilenos y chilenas. La riqueza de un país no solo se mide en tanto crecimiento económico, sino en tanto fortalecimiento de una institucionalidad y una cultura que expande el ejercicio de bienes adicionales, como son las libertades, los credos, los derechos, y las capacidades de autonomía de los ciudadanos.

(9) Reconocimiento de los pueblos originarios e integración de los países vecinos: Creemos en la diversidad cultural, y en el respeto irrestricto a las formas de vida de nuestros pueblos originarios. Ellos son nuestras raíces, nuestra historia, y aportan un cúmulo incuantificable de saberes y aprendizajes para nuestro futuro. Asimismo, nos sentimos parte de una gran patria americana que conforma una unidad en la diversidad de países, culturas, y regiones que integran nuestro continente. Promoveremos la integración económica, cultural y política de nuestros pueblos, en particular con nuestros países vecinos. Creemos irrestrictamente en la paz, el diálogo, las relaciones simétricas, y la negociación como formas de las relaciones internacionales, el afianzamiento de los organismos e instancias supranacionales tanto a nivel regional como mundial, bajo el signo de su democracia interna y el respeto por la igualdad y la dignidad de todos los pueblos.

(10) La cultura como eje fundamental del desarrollo de las personas: Soñamos con un país donde se estimule permanentemente la creación, la imaginación y el pensamiento crítico. Para los Progresistas, la cultura es depositaria de lo que somos como pueblo, nuestras costumbres, nuestras raíces. Por ello, promoveremos el rescate cultural de nuestra historia, sus autores, la difusión de sus obras, la protección de nuestro patrimonio. Una sociedad que pone a la cultura en el centro de su quehacer, es una sociedad que se proyecta más integrada, más cohesionada, más libre.

(11) Derecho a una vivienda digna: Todo chileno tiene derecho a una vivienda digna y a espacios urbanos y rurales de calidad con infraestructura social garantizada y un entorno promotor de calidad de vida y libre de inseguridades y contaminación ambiental. El Estado está en condiciones de apoyar y garantizar la construcción de viviendas de calidad. Combatiremos la delincuencia y el narcotráfico, que genera una verdadera industria ilegal de efectos negativos desde todo punto de vista, con propuestas modernas, centradas en una reforma al sistema judicial y en el mejoramiento de la calidad de vida urbana en especial de los barrios populares.

(12) Salud pública de calidad: Toda chilena y chileno debe tener igualdad de acceso a una salud pública de calidad, o a una salud privada que no sea abusiva y que someta sus procedimientos a una adecuada regulación ciudadana. Queremos un sistema de salud oportuno, moderno y sujeto a un control de gestión que garantice a los ciudadanos el real cumplimiento de sus derechos en un área tan fundamental. Para nosotros, acceder a una salud de calidad y oportuna, es un derecho humano básico que resguardaremos en toda circunstancia. Nuestro partido promoverá la salud como práctica social y cultura extendida entre la ciudadanía de manera mucho más amplia que la atención cuando se la pierde, pero también será siempre el partido de los enfermos, sin distinción alguna, el partido de la prevención, de la regulación, donde el Estado será el primer responsable.

(13) Política de las mayorías y federalismo regional: Queremos construir una política que incentive y resguarde la participación directa de las mayorías, que esté siempre abierta a las nuevas ideas y corrientes, fomentando el debate libre y que proteja la autonomía política de los ciudadanos y ciudadanas frente a las corporaciones de cualquier tipo. Hemos promovido y proponemos desde ya una nueva ley de partidos políticos y de participación ciudadana, un nuevo sistema político, la descentralización política y el federalismo regional, que proyecte a mediano plazo un nuevo orden constitucional construido por la deliberación de las mayorías, como corresponde a una sociedad democrática y participativa. Queremos implementar en Chile lo mejor de los sistemas federales en cuanto a participación y representatividad de las regiones en el desarrollo nacional. Los problemas de la gente se resuelven cerca de la gente y con ella, por eso queremos un poder local fuerte y con recursos, tanto a nivel regional como comunal, que sea representativo democráticamente y colaborador con las tareas del gobierno central

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