Defensoría Ciudadana
Un nuevo caso de lucro se detectó en el Colegio Guillermo González Heinrich, luego de que padres y apoderados denunciaran que la carrera de técnico en enfermería ofrecida en el establecimiento no contaba con la aprobación del Ministerio de Educación.
Según los padres, como la carrera no es reconocida por la autoridades, sus hijos sólo figuran como estudiantes de segundo medio, aunque cursaron los cursos de tercero y cuarto medio en el colegio de la capital.
El problema se descubrió cuando los estudiantes intentaban renovar la tarjeta nacional estudiantil (TNE) y los funcionarios gubernamentales no pudieron encontrar información en las bases de datos. Los funcionarios señalaron que ellos no eran alumnos regulares de 4° medio, ya que la información registrada en el Mineduc expresaba que solo tenían calidad de alumnos de 2° medio, es decir que desde 2013 en adelante “jamás habían cursado estudios en el colegio recurrido”.
Por esto, la Defensoría Ciudadana del Partido Progresista interpuso un recurso de protección a favor de los padres de los estudiantes, quienes decidieron congelar los pagos de la mensualidad hasta que el sostenedor y director del colegio “de alguna solución por su incumplimiento, ya que se ofrecieron a impartir estudios que jamás podrán otorgar”, dijeron los apoderados.
“Esta profesión debía cumplir una serie de requisitos competentes para que el colegio la pudiese impartir. Sin embargo, durante el 2013 y 2014 la autoridad administrativa no dio el salvoconducto para promover dichos estudios y al no tener la libertad del Estado para dictar la cátedra, los alumnos del Colegio Guillermo González Heinrich aparecieron como menores que no estaban estudiando”, señala el abogado Miguel Yañez de la Defensoría Ciudadana.
Además, Miguel Yañez agregó que “nuevamente vemos a un colegio particular subvencionado privilegiando los negocios personales por sobre el interés en la educación de nuestros jóvenes. No hay ni vocación ni un proyecto educacional adecuado a los estándares necesarios para educar a los estudiantes del colegio”.
Como respuesta, el sostenedor del colegio se negó a realizar la ceremonia de graduación y a entregar los títulos secundarios a los alumnos que mantengan una deuda pendiente con el establecimiento, desconociendo cualquier responsabilidad en los problemas que esta situación pueda producir para los alumnos.
El Ministerio de Educación se ofreció a reconocer a los alumnos del Colegio Guillermo González Heinrich de Ñuñoa como Técnicos Asistentes de Enfermería, y no como Técnicos en Enfermería del Nivel Secundario, que es el título que el colegio ofrecía en sus publicidades. Sin embargo, la respuesta del Ministerio no incluye ninguna sanción contra el sostenedor ni protege a los padres y estudiantes que ya pagaron por el título ofrecido.