Invitado al programa “TNE Contigo”, de Canal TNE, Marco Enríquez – Ominami se refirió a su visión de temas como la contingencia nacional, el camino hacia una nueva Constitución, el rol de las iglesias en la política y el aborto. 

 

Dejando claro que está retirado de la política contingente, razón por la cual se permite opinar con más libertad sobre determinados temas, Enríquez – Ominami  aclaró que “A diferencia de muchos compatriotas tengo buena opinión de quienes están en política, creo que hay mucho corrupto, pero quienes están en política hacen un esfuerzo duro” señaló.

 

Consultado acerca del estallido y el movimiento social que se viene desarrollando en Chile desde el 18 de octubre del año pasado a lo largo de todo el país, y específicamente sobre los incidentes previos al Festival de Viña del Mar, el cineasta expresó que “A mi me sorprende que la gente se sorprenda ¿alguien conoce los campamentos de Viña del Mar? son escandalosos, yo he ido en verano y en invierno y les quiero decir que en verano hace un calor durísimo y en invierno hace mucho frío, hay barro no tienen pavimento. Siempre me pareció que estábamos ante un problema que iba a explotar algún día, era evidente que era insostenible. Los campamentos aumentaron en Chile, a mayor desarrollo y mayor ingreso en Chile hubo más campamentos. Lo sorprendente es que nos sorprendamos. Esto es violento, es aterrante, todos tenemos algo de miedo, pero al mismo tiempo era predecible” sentenció.

 

En ese escenario fue enfático en señalar que el presidente Sebastián Piñera, no es precisamente el protagonista del contexto social actual, “Yo creo que da lo mismo lo que piense hoy Sebastián Piñera. Se acabó su gobierno, le quedan dos años, él es parte del pasado, la historia lo va a juzgar, algunos tribunales lo juzgarán, es parte del problema pero es mas parte del pasado que del presente”, dijo y detalló que “En ese sentido me preocupan más las familias más ricas de Chile, que son quienes están bloqueando este debate”.

 

Para explicar este razonamiento el ex candidato presidencial detalló que “En 2009, Michelle Bachelet, de quien yo fui muy crítico en esa época, hizo algo que vale la pena recordar, cuando había una gran crisis mundial por un tema de créditos hipotecarios, ella gastó 9.000 millones de dólares en bonos. Sebastián Piñera, en el clímax de la crisis actual, ofreció 600 millones de dólares y su reforma tributaria es de 1.500 millones de dólares, es decir, si sumamos la reforma tributaria más el paquete social da 2.100 millones de dólares ¿se dan cuenta el nivel de avaricia?”, dijo.

 

Los dueños de Chile

Durante la entrevista señaló que desde su perspectiva,  Piñera es un más bien un instrumento, “Me preocupan las familias multimillonarias de este país que no se están expresando en el debate ni ayudando a lo que está pasando en Chile”, dijo planteando dos alternativas: “O se endeuda el Estado de Chile y desendeudamos a los chilenos, que están endeudados por educación y salud, o ellos pagan muchos más impuestos, pero algo hay que cuadrar” aclaró agregando que “O estas familias, que además son dueñas de los medios de comunicación, se pronuncian públicamente y anuncian que van a apoyar y que van  a crear un contexto para el debate, que van a crear un impuesto fuerte a la herencia, un impuesto al sistema financiero, un impuesto a la riqueza, o hagamos otra cosa y endeudemos al Estado de Chile, porque no es lógico que el Estado tenga una deuda baja y los chilenos una deuda grande. En promedio un 30% de los chilenos están sobre endeudados, es decir, no puede pagar lo que debe y el Estado de Chile tiene unas finanzas impecables ¿raro no?”.

 

A manera de contexto, el fundador del Partido Progresista aclaró que “Chile vive de tres cosas: de exportar cobre, salmón y madera ¿quienes son los dueños de estos productos? las familias más ricas de Chile. El modelo chileno para vivir es exportar, el modelo exportador está concentrado en pocas familias que además se niegan, por ejemplo, a pagar un royalty, en el caso de la minería. Por eso a mi Sebastián Piñera me da lo mismo, me da lo mismo el gerente, quiero hablar con los dueños, las familias más ricas de Chile, ellos son los dueños de este debate y están escondidos” declaró.

 

La clase política

Durante el desarrollo de la entrevista, Enríquez – Ominami fue consultado acerca de su experiencia como Diputado, señalando que “Es muy difícil porque el poder de las grandes corporaciones es muy grande en Chile. Yo en promedio soy mejor pensado de la clase política en Chile que lo que piensan los chilenos, hay mucha corrupción pero en comparación con otros gobiernos de América Latina, aunque en Chile hay casos gravísimos, no es el promedio”, dijo.

 

En este escenario aclaró que hay distintos tipos de corrupción, pero lo que le parece más inaceptable en todos los casos es “el hombre o la mujer que usa su cargo para hacer un favor a una empresa, eso es corrupción y se investiga menos de lo que se debiera”.

 

Desde esta mirada, el filósofo cree que abuso es también un grado menor del problema, “El problema es la injusticia. En Chile el que tiene una herencia gana una cantidad obscena más de plata que el que no tiene, renta más el dinero que el trabajo, pero el pacto fundamental de un país es el trabajo porque dignifica, da felicidad. En Chile el trabajo vale mucho menos que el capital y eso es irritante”, señaló.

 

Nueva Constitución

Enríquez – Ominami señaló que siempre ha creído que debe existir la gratuidad y el apoyo del Estado con subsidio fuerte en 5 áreas de la vida: educación, salud, previsión, transporte y vivienda y que “La gratuidad significa un pacto de social en que el Estado produce justicia”. Sin embargo recordó que la derecha siempre usó como argumento que no se podía hacer gratuita la educación, ni legislar sobre los derechos civiles, ni sobre la salud y otros temas porque era inconstitucional. Ahora se pisaron la cola porque si la Constitución era el problema ¿Por qué están por el Rechazo a la nueva Constitución? cuestionó aventurando una respuesta a esa pregunta: “En el fondo la derecha la componen gerentes, igual que Piñera, que es la que controla el modelo de desarrollo de este país que son al menos 4 familias que además son los dueños de los medios de comunicación”, dijo. 

 

Sin embargo, el político aclaró que “Lo que estamos viviendo es inquietante, la violencia es aterradora. Cada uno recibe su cuota de violencia. Lo que va a pasar el 26 de abril es precioso, pero lo que viene después es menos lindo, porque el Congreso sigue funcionando lo que fue un error, había que disolver el Congreso porque vamos a tener dos ámbitos peleando todos los días y el árbitro, que es el Presidente de la República, en contra de todo esto. El Congreso opinando, la Convención Constituyente opinando y al mismo tiempo una elección presidencial y al presidente en contra del debate. Va a ser jodido pero vamos a ser mejores de lo que éramos”, dijo señalando que ve un gran problema en que “No tenemos pacto entre nosotros, no hay consenso y tenemos a los medios en contra, al árbitro en contra y la centro izquierda peleada”.

 

Consultado acerca de su rol en este proceso Enríquez – Ominami señaló que “Aunque estoy fuera de la política activa hace dos años, creo que debiera poder ayudar más, humildemente, como militante, a que la centro izquierda se organice. 

 

El rol de la iglesia y el aborto

Durante la entrevista desarrollada en el canal de propiedad de la iglesia evangélica, el cineasta indicó que “Las iglesias evangélicas hacen un trabajo sensacional en las cárceles y tienen todo mi respeto. Sin embargo, tengo diferencias con algunos líderes evangélicos y creo que han sido muy duros con quienes estamos por debatir de otra manera el derecho sexual y reproductivo de la mujer. A nadie en su sano juicio le gusta el aborto, yo que fui el primer diputado en presentar la ley de aborto, sin causales, creo que no es justo que te acusen de estar por la muerte” dijo enfático.

 

Sobre el rol de las iglesias en las campañas políticas señaló que a su juicio “Deberían prescindir un poco del debate electoral. Yo las trato con mucho respeto en tanto tienen su misión: educar a través de la palabra”, aclarando que “A mi me parece mejor el Estado laico”. 

 

En lo que respecta a temas complejos como el aborto, señaló que “Creo que el Estado debe ser neutro en esto, debe entregar condiciones mínimas de respeto a la vida, en algunas controversias éticas impedir el aborto, pero tampoco castigas a quien lo hace” sentenció.