“Estados Unidos debe hacer con Venezuela lo que está haciendo con Cuba, relacionarse con el país sudamericano, tender puentes para buscar soluciones, más que aislarlos. No tiene sentido aislar a Venezuela. Si EEUU quiere jugar un rol integrador entre las democracias americanas, debe poder colaborar y no dedicarse a sancionar gobiernos.”
De esta manera, el Partido Progresista, a través de su Secretario General Pedro Abarca, se desmarcó del gobierno de EEUU que el lunes recién pasado emitió una orden ejecutiva en la que declara a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidense”. La acción ordena la suspensión de visas y la congelación de bienes en territorio Estadounidense de 7 militares y policías venezolanos, y se suman a la sanciones impuestas anteriormente en diciembre y febrero recién pasado.
Las declaraciones del Partido Progresista se suman a la de otros líderes latinoamericanos que han hecho ver su crítica a esta ofensiva del presidente Barack Obama de ampliar las sanciones contra funcionarios venezolanos, es el caso del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien consideró este martes que las sanciones impuestas el lunes por EEUU a altos funcionarios venezolanos contribuyen a “radicalizar los ánimos” entre los dos países en medio de “la situación ya polarizada que se vive en Venezuela”. “Obviamente registramos con preocupación esta decisión porque, a mi juicio, no va a contribuir a calmar sino a radicalizar los ánimos en la situación ya polarizada que se vive en Venezuela”, sostuvo Samper.